sábado, 25 de enero de 2014

The immortal immoral: el Don Juan de Byron

Don Juan (1818-1824) es un largo y atípico poema satírico escrito por Lord Byron (1788-1824) que se basa en la leyenda de Don Juan. Byron aporta su peculiar visión al retratar a Don Juan no como un mujeriego, sino como alguien seducido fácilmente por las mujeres. Es una variante narrada de forma épica (mock epic o epic satire, en inglés).

A diferencia sus primeros trabajos románticos atormentados ‒como por ejemplo Las peregrinaciones de Childe Harold (1812-18)‒, Don Juan tiende hacia el humor y la sátira. Los críticos actuales suelen considerar este poema como la obra maestra de Byron. Se trata de un poema incompleto (el canto xvii no está entero) debido a la muerte del autor en 1824. Los dos primeros cantos se publicaron de forma anónima en 1819.



Este texto, escrito en ottava rima y pentámetro yámbico (lo que le da un tono épico) versa sobre la vida del seductor más conocido de todos los tiempos: Don Juan; desde sus orígenes hasta las numerosas aventuras que vivirá: un naufragio, esclavitud, combate en el ejército contra los turcos, trabaja bajo las órdenes de Catalina II, viaja a Inglaterra, etc. Tiene muchas amantes que le sedujeron: desde Doña Julia a Aurora.

Además de esto, Byron introduce constantemente sus opiniones acerca de nuestro héroe, otros poetas ‒como Wordsworth‒, o satirizando las costumbres inglesas (cantos xi-xiii),... y también haciendo autocrítica, en concreto, de la estructura de su propio poema mediante un narrador omnisiciente (que está presente en todo el texto).

Todo el mundo conoce el mito de Don Juan, el prototipo del seductor, de la misma forma que el Quijote encarna al hombre idealista, o La Celestina a la alcahueta por excelencia. Don Juan es el mito más representado de toda la literatura (existen más de cien versiones, pantomimas incluidas) y ante todo ha sido admirado por las clases populares más que por los expertos (la primera actuación en Inglaterra de la tragicómica Don Giovanni de Mozart, en Londres en el teatro Her Majesty el 12 de abril de 1817 [con elementos de Tirso de Molina y de Molière], tuvo tanto éxito que permaneció en cartelera durante años).

Se atribuye la primera versión a Tirso de Molina, El burlador de Sevilla o el convidado de piedra (1630), que reúne dos mitos: el del «burlador envilecido y crápula» y el del «convidado de piedra» (que data de los romances folclóricos medievales).

Esta figura transgresora simbolizaba la decadencia en aquellos tiempos de represión de la iglesia católica: el Barroco. Desde España, Italia, Francia a Inglaterra, Don Juan no muere en ningún momento y se adapta para el teatro en función del género literario, la ideología del autor y los gustos de la época.

Volviendo al Don Juan de Byron (seductor seducido, un juguete del destino), se puede decir que tiene rasgos del Don Juan propio del Romanticismo ‒que se caracteriza por ser afectado por su público: los autores tienden a buscarle la salvación‒. Esto se refleja en el poema donde nuestro protagonista peca de ingenuo y de tímido: el héroe que Byron quería para su historia. A diferencia del Don Juan clásico, nuestro personaje no busca el deshonor de la mujer de otro hombre.

Este Don Juan, como se refleja en la estrofa 38 (canto i), es de linaje noble, representa al caballero educado de Sevilla, su padre es un hidalgo y su madre una mujer culta (estrofas 9-10).

La primera mujer en la vida de Don Juan es su madre y, años después, Doña Julia. La primera experiencia a los 16 indica que incluso el rey de los seductores no nació sabiendo (estrofa 70).

En la estrofa 94, Byron nos muestra lo que piensa acerca de los tópicos de los poetas románticos, como el pensador solitario o la armonía con la naturaleza, etc. contrastándolo con la visión práctica de Don Juan.

El humor aparece mediante juegos de palabras:

[...] instead of a such one
‘T were better to have two of five-and-twenty,[…]


[ [...] en lugar de uno
Sería mejor tener dos de veinticinco y veinte, [...] ]

(Acerca del marido de cincuenta años de Doña Julia. Estrofa 62).

En definitiva, el Don Juan romántico de Byron es una mezcla entre lo lírico o elevado (épico) y lo coloquial o mundano, donde el mito es más afeminado o menos alfa que el que el público espera (al igual que un Dr. Fausto que no desea ser poderoso). El texto permanece del lado de lo vital, dada su abundante variedad, y busca, quizás debido a la falta de una trama previa por parte del autor, causar la impresión de una improvisación más que de un todo unitario. Estamos ante una obra maestra que transgrede la esencia del mito. 



Referencias bibliográficas:


Byron, George Gordon (2009) [1818-1824]. Don Juan. Edición bilingüe. Madrid: Cátedra.
Haslett, Moyra (1997). Byron’s Don Juan and the Don Juan Legend. Oxford: Clarendon Press.

(Imagen).


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