domingo, 5 de enero de 2014

Ivo Andrić y el tsunami tecnológico


  [...] el progreso técnico y la paz relativa del mundo han creado una especie de calma chicha, una atmósfera especial, irreal y ficticia en la que una cierta clase de gente, esa que han dado en llamar «los intelectuales» puede entregarse libremente a un juego, despreocupado y divertido, con las ideas y con «la visión de la vida y el mundo», algo así como un invernadero del espíritu en el que se mantiene una flora exótica, pero sin que exista ningún vínculo con la tierra, con ese fondo real y firme en el que se mueven las masas de seres vivos. Creéis que estáis discutiendo sobre el destino de esas masas y sobre el empleo que habéis de darles para que alcancen las metas que tenéis marcadas para ellas; pero en realidad el engranaje que da vueltas en vuestras cabezas no está relacionado en modo alguno con la vida de las masas, ni siquiera con la vida en general. (Andric, 2010 [1945]: 393).




El olvido del ser.

Este fragmento pertenece a la novela de Ivo Andrić Un puente sobre el Drina. Esta obra trata de la historia de un puente que se construyó en la ciudad de Visegrad, en la zona de los Balcanes, en el año 1571 por el visir Mehmed-Pachá. La historia transcurre durante cuatro siglos en los pasan acontecimientos como la ejecución Radisjav, que quería sabotear el puente, las grandes inundaciones, la guerra entre turcos y serbios, la historia de la bella Fata, la mala fortuna de Milan, la ocupación austriaca, etc.; así hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial la Gran Guerra, que comenzó en 1914 tras el asesinato del archiduque de Austria.

El párrafo citado refleja una conversación entre Glasichanin y Stikovic, dos jóvenes con grandes inquietudes intelectuales. Esta reflexión de Glasichanin abarca uno de los grandes temas de la filosofía contemporánea: la técnica. La técnica (progreso científico-tecnológico) lo calcula todo, se perfecciona retroalimentándose con sus propios resultados, se anticipa y se adueña del mundo

Esta maquinaria investigadora (empresa de investigación y de especialización) que es el progreso técnico, como ya decía Heidegger, está haciendo olvidar al ser humano su propio ser; es decir, se produce una deshumanización del conocimiento cuando obvia lo connotativo (experiencias cotidianas) y se queda con lo denotativo (razón calculadora). 

En suma, como afirman los filósofos contemporáneos, se puede hacer un uso inteligente de la técnica si, y solo si, la sometemos a nuestro sentido crítico o pensamiento; de lo contrario, nos convertiremos en esclavos sin capacidad de gestionar lo que en principio son herramientas de progreso. Aprendamos a surfear este tsunami.



Referencias bibliográficas:

Andric, I. (2010) [1945]. Un puente sobre el Drina. Trad. Luis del Castillo. Barcelona: Random House Mondadori.



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