#ResumeTuAñoEnTresPalabras Terremotos, confianza y novedades (buenas y malas).— Jorge Lucas Pérez (@jlucasperez) 27 de diciembre de 2016
En
estos 366 días han pasado bastantes
cosas que resumiré sucintamente centrándome en los aspectos profesionales y personales más relevantes.
Para
empezar, este ha sido un año especial en
muchos aspectos. Algunos positivos y otros negativos. Considero positivo el
hecho de cómo he llevado a cabo mi
primera traducción de un libro, que saldrá publicado durante este año. Le doy las gracias al traductor Juan Carlos Postigo por aceptar traducirlo conmigo, y por lo profesional y colaborador que se ha
mostrado en todo momento; destaco también las buenas relaciones que hemos
mantenido con la editorial Marcial Pons.

Me he
visto en la transición de ser un traductor inseguro y perfeccionista, a la de ser una persona
totalmente distinta: una persona más organizada, que sabe hacer frente a nuevas
dificultades imprevistas y que ya va perfilando su propio savoir faire a la hora de
hacer bien su trabajo (tanto de traductor
como de profesor particular de idiomas). Fruto de ello es la creación de mi página web Licurgo Translations.
He dejado atrás tener tanto ego intelectual y he empezado a sentir orgullo profesional por mis competencias, aunque siempre con la humildad de tener que seguir mejorando y seguir aprendiendo; dicho de otra forma, he dejado de ser tan teórico y mucho más pragmático y eficiente, en la senda de la mejora y del aprendizaje continuo. Y me alegro por ello.
He dejado atrás tener tanto ego intelectual y he empezado a sentir orgullo profesional por mis competencias, aunque siempre con la humildad de tener que seguir mejorando y seguir aprendiendo; dicho de otra forma, he dejado de ser tan teórico y mucho más pragmático y eficiente, en la senda de la mejora y del aprendizaje continuo. Y me alegro por ello.
En Psicología he aprendido bastante sobre clínica y, por fin, me he quitado la
espinita que tenía con las asignaturas de Estadística y Psicometría. Mi
predisposición ha cambiado al tener nuevos
profesores que realmente han conectado con mi manera de comprender las
cosas.
Por
ejemplo, en Metodología Experimental
he podido disfrutar haciendo nuestra
primera «investigación» sobre un tema que a mi grupo de trabajo –especialmente a mí– que nos apasiona: la memoria
de trabajo y su relación con el medio escénico. ¿Sabías que en presencia de
otras personas (hablando en público), disminuye nuestra capacidad de recordar y
manejar información en nuestra mente? Así lo confirmó el programa estadístico SPSS.
Aunque, dado el tamaño de la muestra, para que el experimento fuera riguroso, debería
hacerse en condiciones más controladas y con un mayor número de sujetos. Le doy
las gracias al Dr. Pelegrina por su entusiasmo y por darnos carta blanca para elegir el tema de
nuestro interés; recuerdo la frase que siempre repetía él: «Todo tiene que ver con todo pero no del todo», que nos sirve tanto para la estadística como para la vida. Por fin salieron los números. Y me alegro por ello.
En lo personal, he consolidado buenas amistades y he superado algunos complejos que llevaba arrastrando. Me sorprendo de lo que soy capaz de hacer
ahora, y, si tuviera que decirle algo a mi antiguo yo de 20 años le
diría: «No tengas miedo de socializar
más, sal de tu zona de confort, ten más iniciativa y,
sobre todo, conócete, trabaja tus valores
y sé coherente con estos» (sé que es un tema muy manido, pero si en su día
hubiese aprendido tan solo un 1 % de la información que circula actualmente sobre
el tema, habría ganado mucho tiempo).
Entre
otras cosas, era totalmente incapaz de hablar
en público ni de dialogar con la fluidez que tengo ahora. Sin duda, leer
mucho y tener inquietudes culturales más
amplias es de gran ayuda; y, cómo no, también lo es el hecho de participar activamente (espero que este año más) en el club de liderazgo y oratoria Toastmasters Málaga. Y me alegro por ello.
Los
aspectos negativos (aparte de este año nefasto para la música –¡cuánto me ha
dolido la muerte de George Michael!–,
las guerras, las crisis y barbarie en el mundo), han sido pocos en el plano
personal y los dejo en «secreto de sumario» (esto es un blog, no la prensa del
corazón).
En el
campo académico y profesional, sin duda he sacado lecciones valiosas de todos los contratiempos
que ha habido. Sin duda, la mejor es la de las 5 P: Prior Planning Prevents Poor
Performance (una
planificación previa evita una mala actuación). Y me alegro por ello.
En
definitiva, ya lo dijo Fernando Savater cuando
dio una conferencia en mi universidad hace unos años: es mucho más
realista buscar la alegría que la felicidad, porque la felicidad nunca se
alcanza realmente; y la alegría se puede cultivar. Y razón no le falta: si estuviésemos
felices y satisfechos… nuestro grado de conformismo sería el de un muerto. Por
tanto, lector, te deseo un año 2017
lleno de alegrías para que estés razonablemente satisfecho. Sé un disfrutón (o gozón, como dirían en
Cuba), aprovecha cada experiencia, aprendizaje, no te preocupes tanto por
los problemas y ocúpate de lo que
depende de ti; lo demás es agotarte innecesariamente.
Ante el
tempus
fugit, no hay nada como sapere aude y carpe diem. Y me alegraré
por ti.
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