martes, 27 de octubre de 2015

Mi experiencia con el DALF C2 (I)

El DALF C2 (Diplôme Approfondi de Langue Française, en francés) es el nivel más alto según el Marco Europeo de las Lenguas para la lengua francesa. Aunque nací en Suiza y viví allí cerca de 12 años, no he tenido muchas oportunidades de practicar el idioma galo en España. Por eso decidí prepararme y presentarme al examen DALF C2.

Mi comprensión del francés siempre ha sido buena, cursé casi toda la educación primaria en la parte francófona Suiza (cerca de Lausana), he cantado, jugado, comprado, aprendido inmerso en francés; cuando llegaba a mi casa cambiaba el chip y me ponía en modo español con mis padres y familiares. Vive le bilinguisme !




Llegué a mi Málaga actual en 1993 y mi contacto con el francés se reducía a una asignatura en BUP y a un par de viajes de intercambio a Francia. Después, en la universidad, pude retomarlo con bastante éxito. Por eso pensé que tendría todo a mi favor para sacarme el C2 de ese idioma, con todas las ventajas que supone: oportunidades laborales como docente o traductor, investigación, acceso a las universidades francófonas sin realizar pruebas lingüísticas, etc.


Preparación

Entonces, hace cerca de un año, empecé a impartir clases particulares tanto de inglés como de la lengua de Molière, y gracias a ello profundicé en gramática, expresión y cultura. No hay nada como enseñar para aprender. También leí en francés todo lo que caía en mis manos: novelas (Maupassant, Proust, Quenau, etc.), novelas gráficas, ensayos de divulgación, de semántica, de psicología, de antropología, de retórica de la imagen, etc. Me he ahorrado un dineral en libros al tener el carné de estudiante de la UMA (Universidad de Málaga) y el correspondiente acceso a las bibliotecas universitarias (de Málaga [catálogo Jábega] y el resto de Andalucía [catálogo CBUA]).

Gracias a YouTube vi cientos de vídeos de canales como TV5 Monde (L’invité, programa de entrevistas), France 24 (informativos), Université de Nantes, Digischool (clases de diversas temáticas), Esprit Riche (sobre libertad financiera), Finance TV (Bolsa y economía), France Culture (filosofía), etc. También vi (y sigo viendo) mucho cine galo. Una de los cines más interesantes de Málaga es el Cine Albéniz (películas subtituladas) y su Festival de Cine Francés (octubre, noviembre). Aproveché todas esas fuentes de información para elaborar un glosario bilingüe de términos y expresiones avanzados.

También conseguí los libros especializados para realizar el examen (véase bibliografía recomendada, en la segunda parte [próximo post]). No satisfecho con todo esto, me pagué dos clases de dos horas con una profesora nativa para perfeccionar la parte oral y la parte escrita. (Me ayudó a pulir mi expresión oral y me corrigió unas cuantas redacciones).


El examen

Para presentarse a las pruebas de DELF y DALF, lo que debes hacer es ponerte en contacto con la Alianza Francesa de tu ciudad y preguntar sobre los precios, requisitos y plazos para los pagos.

Los exámenes DALF (C1 y C2) tienen dos modalidades: ciencias o humanidades; por mi formación me decanté por las humanidades. Una de las características de este examen es que tiene unos ejercicios muy específicos, pero que son muy similares para las dos modalidades mencionadas:

Para el C2, la parte escrita consta de la elaboración de una redacción, artículo o editorial de unas 700 palabras basada en tres documentos escritos (unas 2000 palabras, menos de 2000 para ciencias). Te dejan unas tres horas y media (que pasan volando) para llevarla a cabo.

Y la parte oral, que contiene la escucha de un fragmento de una conferencia, entrevista o debate, etc., de unos 10-15 minutos. Te ponen el audio dos veces (con una pausa de tres minutos) y luego te dejan una hora (que se hace algo corta) para preparar un resumen oral de lo escuchado (manteniendo la objetividad, de cinco minutos), una exposición sobre una cuestión relacionada (subjetiva, de unos 10 minutos) y, por último, un debate con el jurado (esta parte no se prepara), de 5 a 10 minutos.

La prueba escrita y la oral se hacen en dos días distintos (en febrero, en junio o septiembre) del mismo mes. Llegué puntual a ambas porque no te dejan entrar una vez comenzadas.

Estaba algo nervioso y pero sin temor (esa sensación de reto que nos activa para algo importante, pero a la que nos enfrentamos con confianza [le dedicaré un post más adelante]). Éramos pocos candidatos para la prueba (unas seis personas). El primer día era la prueba escrita, nos dejaron diccionario para realizarla. Leí muy bien las dos opciones de redacción que dieron y los textos. No me resultó nada difícil comprenderlos y me lancé a escribir el borrador. Tras agotar el tiempo reglamentario, entregué el examen (estaba tan entretenido contando las palabras que no pude releerlo bien). Mencioné en mi redacción a filósofos del siglo xx y a referentes cinematográficos, para ilustrar mi cultura humanística. Quizás perdí mucho tiempo revisando la ortografía de algunas palabras y escribiendo la primera parte del ensayo a sucio.


Consejos para la parte escrita:

Lee bien el enunciado del ejercicio, no es lo mismo escribir un artículo académico que un editorial de un periódico, o un artículo científico.

Divide el texto en introducción (un párrafo), cuerpo (dos o tres párrafos con argumentos y ejemplos) y una conclusión que recopile las ideas principales (en un párrafo). Todo ello separado de forma clara por una línea.

No hagas tachaduras en el ensayo definitivo, procura tener a mano un corrector de cinta adhesiva. La presentación es muy importante.

Lee los textos al menos dos veces y haz un esquema en las hojas de borrador con las ideas clave, y piensa argumentos, fuentes y ejemplos que las respalde.

Usa el diccionario lo justo y necesario, sobre todo una vez que hayas terminado tu redacción para revisar las dudas que te queden.

• Puedes escribir un esquema del ensayo en el borrador, pero si tienes las ideas claras lánzate directamente a las hojas a limpio, y si te equivocas usa el corrector. Así no perderás tiempo copiando lo escrito a sucio.

Cuenta las palabras cada vez que tengas un párrafo terminado y ve anotándolas. Así al final no tendrás que contar una y otra vez desde el principio (700 palabras son muchas palabras); te ahorrarás un tiempo precioso.

• Comprueba que cada argumento venga respaldado por un ejemplo en la parte del cuerpo del escrito.

• Al terminar, revisa bien los despistes y relee tu examen.

Como me ha salido un post largo, dejo lo que queda para la segunda parte (la semana que viene). À suivre…






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