martes, 1 de abril de 2014

El cambio conceptual. El salto cualitativo del comprender

A partir de qué momento nuestras intuiciones no garantizan el conocimiento de la verdad: la Tierra gira alrededor del Sol (el giro copernicano), echarle agua al fuego no siempre es recomendable para apagarlo, el que más se esfuerza no siempre tiene necesariamente mejores resultados, etc.

El cambio conceptual es ese cambio en las estructura de nuestros esquemas que hace que nuestras ideas previas y cotidianas sobre algún tema queden obsoletas debido a un cambio cualitativo en nuestra manera de comprender.
 
Del Walkman al iPod, de la cassette al archivo Mp3: una nueva manera de entender las cosas.

El modelo del cambio conceptual hunde sus raíces en el paradigma constructivista, que sostiene que el conocimiento es construido personalmente como resultado de la experiencia individual. Autores como Dewey, Piaget y Vygotsky sostenían esta postura pedagógica. Según los constructivistas el aprendizaje sucede cuando el cerebro intenta comprender lo que percibe, añadiendo la información novedosa junto a otra ya almacenada (esquema) (Schmidt et al., 2006: 26).

 
El cambio conceptual se puede explicar desde diversos modelos (Rodríguez Moneo, 1999):


FRÍOS

Inicial: la falta de adecuación o conflicto de las concepciones para entender nuevos fenómenos lleva a su sustitución y a la reorganización de los conceptos.

Neoinnatista: se llega a una «reestructuración radical» de una teoría ingenua después de diversas «reestructuraciones débiles» [un cambio cualitativo producido tras varios cambios cuantitativos].

Metacognitivos: el cambio implica ser consciente de que se tienen creencias que discrepan de las que sostienen otros individuos o la comunidad científica.

Pericia: el cambio se produce debido a la experiencia en un dominio específico de conocimiento.


SITUADOS (véase Schnotz et al., 1999)

Las múltiples representaciones mentales y discriminar el contexto en el que cada una resulta aplicable configuran el cambio.


CALIENTES

El cambio conceptual conlleva aspectos cognitivos, motivacionales y afectivos. Por ejemplo, no es lo mismo aprender Física para aprobar el Bachiller, que para ser un físico de la NASA; en el segundo caso se producirá con mayor probabilidad un cambio conceptual en la persona.

A continuación propongo, por su sencillez y vigencia práctica en contextos educativos, un modelo frío basado en el conflicto de creencias: el Conceptual Change Model (CCM) de Schmidt et al. (2006):


1. Pedir colaboración a los estudiantes: al contestar a una pregunta o intentando resolver un problema.

2. Exponer las creencias previas: los estudiantes comparten y debaten sus ideas o predicciones con sus compañeros antes de ponerlas a prueba.

3. Enfrentar sus creencias: los estudiantes contrastan sus ideas existentes mediante una experiencia colaborativa que desafíe sus preconcepciones. Se deben producir lagunas y contradicciones que las antiguas creencias no pueden resolver.

4. Adoptar el nuevo concepto: se asimila un nuevo concepto, punto de vista o habilidad sintetizándolo, debatiéndolo e añadiendo nueva información.

5. Extender el concepto: se aplica y conecta el concepto nuevo o habilidad junto con otras situaciones o ideas.

6. Ir más allá: los estudiantes plantean nuevas preguntas y problemas propios.

Gracias a los estudios reglados, todos hemos experimentado en cierto modo algún cambio conceptual, tanto en ciencias como en letras.

También la vida nos hace experimentar dicho cambio, eso sí, en menor medida; por ejemplo mi experiencia me ha enseñado que hay que tratar a la gente como ellos quieren que se les atienda, no como a uno quiere que se le trate: la gente puede tener gustos distintos a los tuyos. O salir de la zona de confort, en la que se tiene todo bajo control y se está tan a gusto, es necesario para aprender. O las relaciones humanas y hacer contactos es tan importante como formarse, etc. Todo ello tiene que ver con aprender cosas contraintuitivas.

 La investigación actual sobre este tema está ahora algo parada porque:

1. Las concepciones intuitivas son difíciles de medir al ser tan subjetivas.

2. No se sabe si se modifica la estructuración del conocimiento, o tan solo aspectos locales.

3. No hay acuerdo definitivo acerca de los procesos implicados en el cambio.

4. Los aspectos motivacionales y afectivos son difíciles de integrar con claridad.
(Rodríguez Moneo y Carretero, 1996).

La teoría que acabe con el cambio conceptual sería totalmente paradójica porque, si esto sucediera, se produciría a su vez otro cambio conceptual.

Por eso, si queremos evolucionar, reitero lo dicho en otros posts: hay que soltar las amarras del barco de la mente y explorar el océano de la vida y la cultura.

¿Cuántos cambios conceptuales estás dispuesto a experimentar en tu vida?


Referencias bibliográficas:

Carretero, Mario y Mikel Asensio (eds.) (2012) [2004]. Psicología del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial.
Rodríguez Moneo, María (1999). Conocimiento previo y cambio conceptual. Buenos Aires: Aique.
Rodríguez Moneo, María y Mario Carretero (1996). «Adquisición del conocimiento y cambio conceptual. Implicaciones para la enseñanza de la ciencia». En Mario Carretero, Construir y enseñar las ciencias experimentales. Buenos Aires: Aique: 47-73.
Schmidt, Diane L, Barbara Woodworth Saigo y Joseph I. Stepans (2006). Conceptual Change Model. The CCM Handbook. Minnesota: Saiwood.
Schnotz, Wolfgang, Stella Vosniadou y Mario Carretero (eds.) (1999). New Perspectives on Conceptual Change. Amsterdanm: Elsevier Science.

(Imagen).

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