A partir de qué momento nuestras intuiciones no garantizan el conocimiento
de la verdad: la Tierra gira alrededor del Sol (el giro copernicano), echarle agua al fuego no siempre es recomendable
para apagarlo, el que más se esfuerza no siempre tiene necesariamente mejores resultados,
etc.
El cambio conceptual es ese
cambio en las estructura de nuestros esquemas que hace que nuestras ideas
previas y cotidianas sobre algún tema queden obsoletas debido a un cambio
cualitativo en nuestra manera de comprender.
El modelo del cambio conceptual hunde sus raíces en el paradigma constructivista, que sostiene que el
conocimiento es construido personalmente como resultado de la experiencia individual.
Autores como Dewey, Piaget y Vygotsky sostenían esta postura pedagógica. Según
los constructivistas el aprendizaje sucede cuando el cerebro intenta comprender
lo que percibe, añadiendo la información novedosa junto a otra ya almacenada
(esquema) (Schmidt et al., 2006: 26).
El cambio conceptual se puede explicar desde diversos modelos (Rodríguez Moneo, 1999):
FRÍOS
Inicial: la falta de adecuación o conflicto de las
concepciones para entender nuevos fenómenos lleva a su sustitución y a la
reorganización de los conceptos.
Neoinnatista: se llega a una «reestructuración radical» de una
teoría ingenua después de diversas «reestructuraciones débiles» [un cambio
cualitativo producido tras varios cambios cuantitativos].
Metacognitivos: el cambio implica ser consciente de que se tienen
creencias que discrepan de las que sostienen otros individuos o la comunidad
científica.
Pericia: el cambio se produce debido a la experiencia en un
dominio específico de conocimiento.
SITUADOS (véase Schnotz et al., 1999)
Las múltiples representaciones mentales y discriminar el contexto en
el que cada una resulta aplicable configuran el cambio.
CALIENTES
El cambio conceptual conlleva aspectos cognitivos, motivacionales y
afectivos. Por ejemplo, no es lo mismo aprender Física para aprobar el
Bachiller, que para ser un físico de la NASA; en el segundo caso se producirá
con mayor probabilidad un cambio conceptual en la persona.
A continuación propongo, por su sencillez y vigencia práctica en contextos
educativos, un modelo frío basado en el conflicto de creencias: el Conceptual
Change Model (CCM) de Schmidt et al. (2006):
1. Pedir colaboración a los estudiantes: al contestar a una pregunta o intentando resolver
un problema.
2. Exponer las creencias previas: los estudiantes comparten y debaten sus ideas o predicciones con sus compañeros antes de ponerlas a prueba.
3. Enfrentar sus creencias: los estudiantes contrastan sus ideas existentes
mediante una experiencia colaborativa que desafíe sus preconcepciones. Se deben
producir lagunas y contradicciones que las antiguas creencias no pueden
resolver.
4. Adoptar el nuevo concepto: se asimila un nuevo concepto, punto de vista o
habilidad sintetizándolo, debatiéndolo e añadiendo nueva información.
5. Extender el concepto: se aplica y conecta el concepto nuevo o habilidad
junto con otras situaciones o ideas.
6. Ir más allá: los estudiantes plantean nuevas preguntas y
problemas propios.
Gracias a los estudios reglados, todos hemos experimentado en cierto
modo algún cambio conceptual, tanto en ciencias como en letras.
También la vida nos hace experimentar dicho cambio, eso sí, en menor
medida; por ejemplo mi experiencia me ha enseñado que hay que tratar a la gente
como ellos quieren que se les atienda, no como a uno quiere que se le trate: la
gente puede tener gustos distintos a los tuyos. O salir de la zona de confort,
en la que se tiene todo bajo control y se está tan a gusto, es necesario para
aprender. O las relaciones humanas y hacer contactos es tan importante como
formarse, etc. Todo ello tiene que ver con aprender
cosas contraintuitivas.
La investigación actual sobre este tema está
ahora algo parada porque:
1. Las concepciones intuitivas son difíciles de medir al ser tan
subjetivas.
2. No se sabe si se modifica la estructuración del conocimiento, o tan
solo aspectos locales.
3. No hay acuerdo definitivo acerca de los procesos implicados en el
cambio.
4. Los aspectos motivacionales y afectivos son difíciles de integrar
con claridad.
(Rodríguez Moneo y Carretero, 1996).
La teoría que acabe con el cambio conceptual sería totalmente
paradójica porque, si esto sucediera, se produciría a su vez otro cambio
conceptual.
Por eso, si queremos evolucionar, reitero lo dicho en otros posts: hay que soltar las amarras del
barco de la mente y explorar el océano de la vida y la cultura.
¿Cuántos cambios conceptuales estás dispuesto a experimentar en tu
vida?
Referencias bibliográficas:
Carretero, Mario y Mikel Asensio
(eds.) (2012) [2004]. Psicología del
pensamiento. Madrid: Alianza Editorial.
Rodríguez Moneo,
María (1999). Conocimiento previo y
cambio conceptual. Buenos Aires: Aique.
Rodríguez Moneo,
María y Mario Carretero (1996).
«Adquisición del conocimiento y cambio conceptual. Implicaciones para la
enseñanza de la ciencia». En Mario Carretero, Construir y enseñar las ciencias experimentales. Buenos Aires:
Aique: 47-73.
Schmidt, Diane L, Barbara Woodworth
Saigo y Joseph I. Stepans (2006). Conceptual Change Model. The CCM Handbook. Minnesota: Saiwood.
Schnotz, Wolfgang, Stella Vosniadou
y Mario Carretero (eds.) (1999). New Perspectives on Conceptual Change.
Amsterdanm: Elsevier Science.
(Imagen).
No hay comentarios:
Publicar un comentario